Mátalo

Hace tiempo dejé de escribir. Supongo que por el mero hecho de que siempre he sido demasiado perfeccionista, y para escribir algo que no me convence o que no me gusta, prefiero no escribir.
Pero hoy, miércoles 1 de julio, prácticamente jueves porque es la 1 y pico de la mañana, necesito vomitar la sopa de letras que tengo dentro de mí.
1 de julio, 1 de la mañana… No me gusta el número uno. Supongo que por el mero hecho de que nunca me he sentido número 1 en la vida de nadie. Puede sonar cruel, pero los sentimientos son los sentimientos, y hay ciertas cosas que no se pueden remediar.
¿Os acordáis cuando hace unos meses os hablaba de una persona? Llamémosla él.
Pues él se ha acabado. Aunque tampoco consigo descifrar qué se ha acabado porque nunca ha habido nada. Una amistad con mentiras de por medio; lo normal.
Resulta que él es un gran actor, y digamos que el hacer promesas y salirse siempre con la suya es su mejor guión.
Dejándolo de un lado, digamos que llevo una temporada bastante extraña. Detesto todo a mi alrededor y por lo único que tengo fuerzas es por él:

image

Supongo que estaréis pensando que soy una fan loca o una niñata estúpida, pero creo que últimamente él ha sido una de las pocas personas que me ha hecho sentirme bien, viva.
¿Es normal que hayan personas que no conozco y me hagan sentir más viva que personas que llevan a mi lado toda la vida?
Porque si la respuesta es no, creo que tengo un problema.

El caso, él era un compañero de clase. Un amigo que lleva con una chica 4 años. Hasta ahí bien. Lo que pasa es que la cosa cambia cuando a ti te empieza a prometer ciertas cosas, empieza a tener ciertos comportamientos contigo y tú empiezas a sentir. Y más. Y cada día más. Y llega un punto en el cuál el avión al que vas subida pega un puto frenazo y se acabó. Todo. Se acabó absolutamente todo. Ni él iba a dejarla ni yo iba a ser feliz. Qué ingenua soy, ¿no?
Nunca se me ha dado bien ser la número uno, tampoco sé porqué me sorprende tanto.
Digamos que siempre he sido del montón malo. Y aún así nunca he salido ganando. Pero no pasa nada, al final a todo te acostumbras.

Llevo días con náuseas, con ganas de querer dormir por meses a sabiendas de que cuando despierte todo va a seguir igual. Llevo semanas hundida, y esa ha sido la razón por la cuál he abandonado todo, hasta a mí misma. Aunque llegará un día en el que diga que ya está bien y todo cambie.
Y para finalizar este escrito que tampoco es que tenga mucho sentido, la razón por la cual él está en negro, es porque es la manera en la que tengo de ver todo ahora, pero él es como si estuviera conmigo.
Y el motivo por el cual él es cursivo, es que es medio borroso. Como yo.
Buenas noches.

image

Deja un comentario